Antonio Navarro
Eres la flor
extasiada,
tienes la cabeza
distraída,
lejana, inmersa en
una imposible luz,
suspendida en el
silencio placentero.
Eres la flor que
huye ciegamente
del resplandor
nostálgico del día,
eres el alma entre
la vida y la eternidad,
entre la carne y la
paz de los sueños.
Eres la flor que
llora sin voz
junto a la mágica
fuente seca,
eres el dulce agua
que palpita
oculta entre las
primaveras.
Eres la flor más
tierna y amarga
que viene llenando
mis días,
en el tránsito
deslumbrado
de la fábula y la
esperanza.
©José Manuel Serna